vs. Rústico F.C.: 2 a 0

Se jugó un nuevo clásico. El tercero en la historia de estos dos clubes que se sacan chispas cada vez que se cruzan (?).
En esta oportunidad, la historia tenía un condimento extra: Con el empate en cero de El Trébol frente a Abasto Lobos, varios resultados favorecerían a Rústico en la búsqueda de la clasificación a la 2da ronda. Incluso, si Cacho ganaba por la mínima diferencia, igual quedaba eliminado del certamen. Sólo una victoria por dos o más goles lo clasificaba a la siguiente fase, con el agravante de que, al hacerlo, eliminaría a su némesis.
Un partido lleno de emociones que se jugó como un verdadero clásico y usted lo vive por aquí, el blog de Cacho Forever.

Desarmados

Nuevamente la ausencia de los artilleros Levano, Traboni y Alonso tendía un manto de preocupación en la parcialidad cachense.
Había que afrontar el partido con lo que había. No era poco, es cierto, pero contaba con una carencia goleadora indiscutible.
La dupla técnica Niccia-Menestrina paró este 10 titular para este histórico clásico frente a Rústico.

Formación:

Arquero: Nigro
Defensores: Delbuono, G. Francisco y G. Menestrina
Volantes: Nunes, De Gregorio, Jauregui y Gazzola
Delanteros: Godoy y Salvatierra
DT: Niccia- Menestrina
Suplentes: Marcianesi y Lamardo
Goles: Gazzola (al fin!) y Nunes
Amonestados: Nunes y Godoy

A matar o morir

Dos cabezas piensan más que una. En el caso de la dupla Niccia-Menestrina quizás no se cumpla este refrán, pero los jóvenes DT’s plantearon un primer tiempo de manera muy inteligente: Una defensa combativa, un mediocampo con buen juego pero con mucha marca y una delantera incisiva. El resultado fue un partido desprolijo, desprolijísimo, pero con clara supremacía del conjunto negriazul.
La primer jugada de peligro llegaría luego de un gran tiro de esquina ejecutado por Gazzola a la cabeza de Delbuono. El gran defensor de Cacho Forever no logró conectar de lleno el balón y el arquero Rústico pudo reaccionar a tiempo y contener el disparo. Cacho era más, pero no podía transformarlo en goles y necesitaba ponerse en ventaja lo antes posible, dado que el físico iba a hacer las cosas más dificiles al final del partido.

El primer gol del conjunto cachense llegaría promediando la primera etapa. Un cambio de frente en pies de De Gregorio, ocasionaría una desinteligencia en la defensa rival que le dejó la pelota a Gazzola. Juan Manuel definió de zurda y así convirtió (después de muchísimo tiempo) su primer gol en Cacho Forever.
Merecida victoria parcial de un equipo que, sin hacer mucho, hizo mucho más que su rival. Aún faltaba un gol, pero había que cuidar el arco propio ya que un gol de Rústico obligaría a La Curtiembre a convertir 2 goles más, en sólo 30 minutos y con Mauri de delantero.

Final de película

En el entretiempo se trató de calmar la ansiedad que habían acumulado los jugadores. Como argumento se hablaba de que todavía faltaban 30 minutos y que solamente nos separaba un gol de la ansiada clasificación. Que había que jugar tranquilos.
Si hubo algo que no existió en el complemento fue la tranquilidad. El partido se calentó de más, verbal y físicamente y se dejó de jugar al fútbol, cuestión que beneficiaba a Rústico que, incluso perdiendo por 1 a 0, igualmente estaba clasificado.

La era del hielo…

El tiempo corría y el desgaste físico de alguno de los jugadores era cada vez más notorio. Rústico seguía sin llegar peligrosamente al arco defendido por Nigro, pero sorpresivamente tampoco se metía atrás cuidando ese gol que todavía lo favorecía. En otras palabras, no hacía ni una cosa ni la otra. Cacho? Bien, gracias. No se le caía una idea y perdía tiempo discutiendo, mientras no terminaba una jugada.

Pero los partidos contra Rústico siempre tienen un final de película yanqui. Ya se había vivido un ejemplo en el anterior clásico, al dar vuelta un resultado sobre la hora. Pero el de esta vez fue especial. Mire, venga que le cuento señor lector. Sientesé. Imagínese esta conversación…

Sujeto A: Faltaban 5 minutos para que termine el tiempo reglamentario.
Sujeto B: Uh, re poquito.
Sujeto A: Tiro libre desde la izquierda. Le pega De Gregorio con ese guante que tiene en el pie derecho.
Sujeto B: Sí. Y después?
Sujeto A: En el área creo que había 70 personas más o menos.
Sujeto B: Fuuuaaaa!!! Un montonazo!
Sujeto A: La pelota comenzó a elevarse en cámara lenta. Llovidita. Una cagada. Pero poquito a poco, haciendo movimientos de rotación y de traslación, superó la barrera y continuó avanzando y elevándose. El destino: El borde del área chica.
Sujeto B: Uhhhh!!! Seguí!! Seguí!!!
Sujeto A: Como si se tratara de un imán, a medida que se iba acercando la pelota, los jugadores eran atraídos y empezaban a elevarse. Entre ellos, el arquero que comenzaba su éxodo hacia una salida en falso.
Sujeto B: Noooo!!! Y qué pasó??
Sujeto A: Entre los que saltaron también estaba el más petiso nuestro, Nunes, que alcanzó a rozar la pelota por arriba del arquero y metió el 2 a 0 que nos clasificó, y encima los dejó afuera a ellos. No sabes la alegría. Ellos no lo podían creer.

«Y así naciste vos…»

Los saluda clasificadamente desde aquí, la querida Redacción de Cacho Forever.